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15 de noviembre de 2024
Libros antiguos. Biblioteca del Instituto de Investigaciones Filológicas
Por: Olivia Moreno Gamboa
En 1495 el célebre humanista e impresor Aldo Manucio hizo la solemne promesa de apoyar a los jóvenes en sus estudios de las “bellas letras”, proveyéndoles “correctas” ediciones de autores griegos y latinos: “aunque caímos en estos tiempos turbulentos, tumultuosos y míseros, en los que se manejan más las armas que los libros […] no descansaré hasta que no se haya hecho una cantidad de buenos libros”. El amor por la docencia a través de la palabra impresa ha distinguido personajes tan distantes en el tiempo y la geografía como el italiano Manucio, el filósofo novohispano Juan Benito Díaz de Gamarra (1745-1783) o el naturalista y botánico francés Georges-Louis Leclerc (1707-1788), mejor conocido como Conde de Buffon. La biblioteca del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFL) conserva ediciones antiguas de estos tres autores y de otros letrados de la época moderna que dedicaron su vida al estudio de las ciencias sagradas y profanas e hicieron grandes aportaciones a las artes del libro.
Difundir estos valiosos testimonios humanos, técnicos y artísticos es el propósito de la exhibición Muestras bibliográficas del
Fondo Antiguo Zesati-Rougier de la Biblioteca Rubén Bonifaz Nuño del IIFL, inaugurada el 12 de septiembre de 2024. La UNAM adquirió este fondo en 2019 gracias a las gestiones de Mario Humberto Ruz Sosa, ex director del instituto, y del actual rector de nuestra universidad, Leonardo Lomelí Vanegas. José Luis Martínez González, coordinador de la biblioteca del IIFL, explica que el Fondo Antiguo constituye parte del acervo Félix de Jesús Rougier del Instituto de Humanidades y Ciencias A. C., inaugurado en 1988 con libros procedentes de los establecimientos de los Misioneros del Espíritu Santo. Hasta 2013, Carlos Zesati Estrada, doctor en Sagradas Escrituras y profesor de Letras Clásicas en la UNAM, dirigió el acervo y veló por su integridad. La asociación civil Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas (ADABI) colaboró en la clasificación del nuevo fondo universitario y, bajo la coordinación de Elvia Carreño Velázquez, reconocida investigadora del IIFL, se elaboró un detallado catálogo bibliográfico.
Ubicado en una sala reservada en la segunda planta de la biblioteca, el Fondo Antiguo Zesati-Rougier consta de poco más de tres mil ejemplares publicados entre los siglos XVI y XVIII, esto es, en el periodo de la imprenta manual. Cerca del cuarenta y siete por ciento de los libros están en latín y cuarenta y seis por ciento en español; el resto lo conforman cuarenta y cinco ediciones trilingües (biblias en hebreo, griego y latín) y varias obras en francés, inglés y alemán. En sus hermosas estanterías de madera se conservan libros ricamente decorados con portadas arquitectónicas, junto a otros ilustrados con distintas técnicas de grabado; en algunos se aprecian mapas urbanos o topográficos; en otros, tablas y esquemas de matemática o física y no faltan los antiguos breviarios romanos con su característica notación musical en rojo y negro.
El patrimonio bibliográfico universitario y el estudio de la historia de la edición moderna, de la que también participa la imprenta mexicana, tienen en el Fondo Zesati-Rougier un sustento adicional de enorme riqueza. Estienne, Elzevier, Giunti, Plantino, Anisson, Orga, Ibarra, Ribera Calderón, Eguiara y Eguren, Zúñiga y Ontiveros, De la Rosa y Galván son algunos de los impresores-libreros que destacan en este acervo con sus singulares ediciones.
Tanto la selección de las muestras que se exhiben, como la elaboración de las fichas y notas bibliográficas corrió a cargo de veintiocho estudiantes y profesionistas, quienes asistieron al curso presencial “Historia del libro y la edición en la época colonial”, impartido por la que suscribe en el Departamento de Educación Continua del IIFL, del 14 de febrero al 24 de abril de 2024. Como parte de las actividades del curso los alumnos acudieron al fondo en varias ocasiones para trabajar con los ejemplares de su interés. A varios les atrajo la materialidad de los libros: la procedencia y la calidad del papel, los formatos, las encuadernaciones o las marcas de propiedad (sellos, exlibris). Un par de alumnos prefirió estudiar la técnica tipográfica y los diseños de letras. Otros se concentraron en las prácticas editoriales de la época, como la inclusión de retratos de los autores en los preliminares para otorgar legitimidad a las ediciones y el uso de emblemas por parte de los impresores como distintivo comercial. En relación con esto último, se exhiben dos variantes de la famosa festina lente (“apresúrate lentamente”) de la casa de Manucio, representada por el Ancla y el Delfín.
En la organización de la exposición y el diseño de las cédulas que acompañan los ejemplares participaron José Luis Martínez, coordinador de la biblioteca del IIFL, Óscar Admín Reyes Ruiz y José Fernando Benítez Mondragón, pasantes de la licenciatura en Historia, y la que suscribe estas líneas.
Muestras bibliográficas del Fondo Antiguo Zesati-Rougier se exhibirá hasta el 13 de diciembre de 2024.
Olivia Moreno Gamboa es doctora en Historia por la UNAM. Investigadora titular del Centro de Estudios Literarios del Instituto de Investigaciones Filológicas y profesora de asignatura en la Facultad de Filosofía y Letras. Sus principales líneas de investigación son la historia del libro y la edición en las épocas moderna y colonial, y la cultura musical en México. Ha llevado a cabo numerosas actividades de divulgación de la historia, dentro y fuera de la UNAM.