Encuadre
29 de septiembre de 2023
Para tejer redes internacionales. El hilo dorado de la Coordinación para la Igualdad de Género en la UNAM
Por: Diana Tamara Martínez Ruiz
En marzo de 2020 se creó por acuerdo rectoral la Coordinación para la Igualdad de Género (CIGU) en la UNAM. Con este acto, la universidad dio el primer paso para la construcción de una instancia encargada de orquestar los esfuerzos de todas sus entidades y dependencias, otorgándole la capacidad de diseñar, instrumentar y operar las políticas institucionales en materia de igualdad de género para prevenir la violencia de este tipo en sus espacios de influencia. Entre las acciones estratégicas de la CIGU se encuentra la de generar vínculos o redes con instancias equivalentes en universidades del país y del mundo para el enriquecimiento mutuo, el conocimiento de experiencias diversas, el intercambio de información y el establecimiento de buenas prácticas en materia de igualdad de género. Además, funciona para coadyuvar en la construcción de conocimiento, las labores de capacitación y sensibilización, así como para llevar los beneficios de la cultura de la equidad a toda la población.
En colaboración con la Coordinación de Relaciones y Asuntos Internacionales de la UNAM (CRAI), mediante el trabajo conjunto con los Centros de Estudios Mexicanos en España, Francia y Alemania se ha impulsado la construcción de espacios fuera de nuestras fronteras a los que se ha llevado la narrativa, la forma de hacer y las acciones en materia de igualdad que ha desarrollado nuestra universidad, con lo cual hemos obtenido reconocimiento en dichos países. Los constantes cambios y transformaciones mundiales dirigidos a la igualdad de género evidencian una gran pluralidad de contextos y necesidades. Ante estos panoramas la UNAM es consciente de la importancia que tiene la articulación y la colaboración internacional para construir igualdad, bajo la premisa de que dicho objetivo requiere del involucramiento de todos los sectores de la sociedad, pues su impacto beneficia a todas las personas.
El trabajo que ha realizado la CIGU para vincularse y articular acciones con instancias externas internacionales puede verse en los elementos que evidencian la incorporación de la perspectiva de género en las acciones que se emprenden en cada una de las tres tareas sustantivas de la universidad: la docencia, la construcción de conocimiento y la difusión de la cultura. El camino ha sido largo, pero ha dado muy buenos resultados.
Los estudios de género, por ejemplo, han dado lugar a la creación de centros de investigación especializados; los mecanismos universitarios para la difusión de la cultura dan gran visibilidad a las publicaciones y eventos académicos sobre el tema, y también se ha promovido la incorporación de esta perspectiva en las prácticas artísticas y culturales. Por su parte, la docencia ha buscado fortalecer la sensibilidad en torno de las desigualdades. Esos tres ejes guían la labor de la institución y se encuadran a partir de la normatividad y las políticas institucionales en las que también se ha incorporado formalmente la perspectiva de género. Todo esto a partir del compromiso de transformar las maneras de hacer y de ser en la UNAM.
En este contexto, la CIGU busca tejer puentes hacia dentro y hacia fuera de la universidad para construir igualdad. Al interior, la coordinación entiende que el diálogo es indispensable para resolver problemáticas; por tanto, a partir de la escucha en espiral se genera el acercamiento a las diferentes comunidades para desde ahí construir, con cada parte asumiendo corresponsabilidad de sus acciones.
La UNAM está comprometida con transformar la realidad, pero es consciente de que tal tarea requiere del trabajo y la colaboración de múltiples instituciones. Así, desde su papel articulador la CIGU se ha vinculado con diversos organismos públicos y privados, nacionales e internacionales, para alcanzar la igualdad sustantiva en todos los ámbitos.
La UNAM genera conocimiento que nos ayuda a entender nuestras realidades, lo que a su vez dialoga con el conocimiento que se construye en otras latitudes y repercute en escenarios que están más allá de nosotros. Tal es el caso de las aportaciones sobre feminismos, estudios de género, masculinidades, sexodiversidades, y muchos otros, que ponen a México en el mapa internacional de debate, diálogo, colaboración y generación de saberes. En estos temas, la UNAM ha contado con grandes referentes, como Rosario Castellanos, Graciela Hierro o Alaíde Foppa, quienes han construido líneas de pensamiento importantes para los feminismos latinoamericanos, actualmente posicionados como lugares de pensamiento fuera de Occidente.
El proceso de generación de conocimiento que han seguido las instituciones de educación media superior de nuestro país respecto de la incorporación de la perspectiva de género en sus prácticas y sus normativas, requiere de la generación de datos que reflejen nuestras realidades. En este sentido la CIGU ha coordinado los trabajos de la Comisión Técnica del Observatorio Nacional para la Igualdad de Género en las Instituciones de Estudios Superiores (ONIGIES), que es un repositorio de acceso libre en el que se monitorean los procesos de institucionalización y transversalización de las políticas de igualdad de género en diversas instituciones de educación superior (IES). El monitoreo se realiza a través del seguimiento de siete ejes: legislación, corresponsabilidad, estadísticas, lenguaje inclusivo, sensibilización, estudios de género y, no violencia. A partir de estos ejes se construye un índice de igualdad y se mide el avance de cada IES participante. En el caso de la UNAM se puede observar, por ejemplo, que entre 2017 y 2020 pasó de una calificación de 2.4 a 3.3 (sobre cinco) con un cien por ciento de cobertura en la institucionalización y 33.9 por ciento en la transversalización de la perspectiva de género.
La prioridad que se ha dado internacionalmente a la igualdad de género es evidente. La UNESCO plantea que es una prioridad mundial; la Agenda Mundial 2030 establece en su objetivo 4 “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos”, y en el objetivo 5: “lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”. Así, esta agenda global reconoce que la igualdad de género requiere de un enfoque que “garantice no sólo que las niñas y los niños, las mujeres y los hombres obtengan acceso a los distintos niveles de enseñanza y los cursen con éxito, sino que adquieran las mismas competencias en la educación y mediante ella”. Esto significa que la educación se posiciona como una de las vías más importantes para disminuir las brechas que marcan las desigualdades. La UNAM, en concordancia con los objetivos internacionales, participa activamente a su favor.
Un paso de gran relevancia para posicionarse y accionar frente a la violencia que viven las mujeres actualmente fue la
Declaración Tolerancia Cero hacia la Violencia de Género en las Universidades que puso en marcha la Red de Macrouniversidades de América Latina y el Caribe, encabezada por la UNAM (ver p. 212 de este número). Esta declaración ha permitido visibilizar los contextos de violencias y desigualdades que compartimos diversos espacios educativos de América Latina, y asumir un compromiso colectivo para cambiar esa situación en las comunidades universitarias.
Las labores de vinculación académica que ha tenido la UNAM con instituciones como la Universidad Mohamed V de Rabat, Marruecos, propiciaron en 2023 la participación de la CIGU en el coloquio internacional sobre “El enfoque de género en las leyes financieras: puntos de vista cruzados”, lo cual permitió entablar diálogos desde la interseccionalidad para cruzar miradas sobre el impacto de crear políticas públicas gubernamentales con perspectiva de género.
La CIGU se ha sumado a los programas ACT e Inspire de la Cátedra Regional UNESCO Mujer, Ciencia y Tecnología en América Latina, coorganizada por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), espacio que permitió intercambiar las experiencias de diversas universidades y centros de investigación en torno de sus caminos hacia la igualdad, para apoyar la creación de políticas que impulsen ese andar. La participación de la UNAM en estos foros promueve la difusión del trabajo que realiza por la igualdad de género, favoreciendo la interlocución con otras instituciones y el posicionamiento de la labor realizada en estos años en materia de política institucional de género.
Las alianzas con la Organización de las Naciones Unidas han dado por resultado la colaboración conjunta en la realización de proyectos con ONU Mujeres, como la campaña “He for She”, participaciones de índole académico, conmemoración de fechas como el 11 de febrero, día internacional de la mujer y la niña en la ciencia, y el 8 de marzo, día internacional de la mujer, así como la generación del primer Protocolo de atención a la violencia de género en 2016, entre otros.
La UNAM es hoy un referente internacional en la construcción de conocimiento, en el desarrollo de políticas universitarias y en la discusión sobre cómo las instituciones construyen políticas de igualdad. Prueba de ello es que en 2023 la CIGU fue invitada por la Universidad de Yale para retroalimentar algunos proyectos en torno de la generación de políticas públicas para la igualdad.
Como parte del andar hacia la igualdad sustantiva debemos escuchar y aprender de las nuevas formas de hacer; sólo así podremos construir caminos de colaboración y diálogo con academias activadas, instituciones cada vez más cercanas a sus comunidades y sociedades conscientes de sus realidades. Por esta razón debemos fortalecer los vínculos que hasta ahora se han construido y seguir formando redes que permitan la colaboración y la formación de las alianzas necesarias para transformar nuestras sociedades. Así, desde las instituciones de educación superior debemos formar cotidianamente desde y para la igualdad.
Diana Tamara Martínez Ruiz está a cargo de la Coordinación para la Igualdad de Género (CIGU) en la UNAM.