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La formación nunca termina. Educación continua nacional e internacional en la UNAM
Por: José Alfredo Delgado Guzmán
Hablar de la
educación continua desde la más simple de las concepciones se trata, desde mi punto de vista, del elemento trasformador de la humanidad en el tiempo a través del aprendizaje, la profundización del conocimiento y el desarrollo de habilidades y destrezas que han venido acompañándonos desde la aparición del ser humano en la Tierra. En este sentido podemos remontarnos a los orígenes del Homo sapiens y ver la forma en la que aprendió a cazar de manera más efectiva a sus presas, a cultivar la tierra y a criar animales posibilitando el sedentarismo, o bien podemos ver el aprendizaje en los diferentes oficios a cargo de maestros artesanos; estos son sólo algunos ejemplos básicos.
En el siglo XVII la educación continua aparece como una especie de actualización profesional. A mediados del siglo XVIII, con la aparición de la Revolución Industrial, cambiaron las formas de producción y por tanto se requirieron nuevos conocimientos técnicos y científicos, así como capacidades y especialidades que trasformaron a toda la sociedad. A finales del siglo xix, la administración científica de Frederick Taylor motivó fuertemente los procesos de especialización tratando de mejorar la productividad de las empresas. Ya en el siglo XX, en sus dos primeras décadas, surge en Estados Unidos la idea de educación continua como categoría pedagógica.
Las primeras actividades de educación continua en la UNAM empiezan en 1933, tras realizarse las primeras Jornadas Médicas, en la entonces Escuela Nacional de Medicina. En 1959, cuando la Escuela Nacional de Ingeniería se convierte en facultad, también se realizan actividades de educación continua, impartiendo cursos sobre ingeniería sanitaria. Pero es hasta 1971 cuando, en esta misma facultad, se crea de manera oficial la primera División de Educación Continua de la UNAM. Hasta aquí, a lo largo de medio siglo, la educación continua fue para la UNAM y para el desarrollo del país una importante modalidad en la formación de recursos humanos.
CREACIÓN DE LA RED DE EDUCACIÓN CONTINUA
En 1986 fue conformada la Comisión de Educación Continua de la UNAM, de la que emanó un proyecto de lineamientos para los diplomados en esta modalidad. En 1992 esa comisión se transformó en la Coordinación de Educación Continua y quedó adscrita a la Secretaría General de la UNAM (CUAED, 2019, p. 6). Tenía el propósito de desarrollar trabajo colaborativo y colegiado en materia de educación continua:
[…] en 1995 se constituyó la Red de Educación Continua (REDEC), integrada por los responsables de educación continua de las diversas entidades y dependencias universitarias En 1997 las funciones de la Coordinación de Educación Continua se transfirieron a la Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia (CUAED) en la que se creó la Dirección de Educación Continua. (CUAED, 2019, p. 7)
A mediados de 2013, por acuerdo del rector, la REDEC se incorporó a la Secretaría de Desarrollo Institucional. En 2016 el Consejo Universitario aprobó el actual Reglamento General de Educación Continua y, finalmente, en mayo de 2017, se aprobó el Reglamento Interno de la REDEC. A partir de ese año se han desarrollado anualmente diversas actividades en el ámbito de la REDEC, entre las que destacan: a) integración de los planes de trabajo anuales de las comisiones (que se describen más abajo), b) análisis de asuntos en sesiones plenarias, c) jornadas de buenas prácticas, d) programas de capacitación interna para los representantes, e) asesoría para la gestión de instrumentos de vinculación y colaboración con entidades externas y f) difusión de actividades ofrecidas por las Unidades de Educación Continua.
Para su funcionamiento la REDEC está organizada en cinco comisiones de trabajo: Asuntos Administrativos, Capacitación, Comunicación, Diversidad, Equidad e Inclusión, y Normatividad.
Como podemos observar, la UNAM cuenta con una red de educación continua muy robusta, ordenada, coordinada y normada con la intención de brindar servicios del más alto nivel en la materia, respaldados, adicionalmente, por un eje transversal inter, trans y multidisciplinario.
La REDEC es una red de colaboración universitaria compuesta por más de ciento veinte representantes de las diferentes escuelas, facultades, centros, institutos, dependencias y programas universitarios que conforman la UNAM, a nivel nacional e internacional. Gracias a ellos se ofrecen diversos programas de “actualización y especialización abierta a todo el público, tanto a personas como a organizaciones que requieren de programas académicos de la más alta calidad y alineados con las necesidades del mundo de hoy”, como dice la bienvenida en su sitio en internet (
https://educacioncontinua.unam.mx/).
- Todas las entidades académicas de la UNAM ofrecen actividades de educación continua en tres modalidades: presencial, a distancia o mixta, enfocadas principalmente al área de conocimiento de las carreras que se imparten en cada uno de los planteles universitarios.
- La educación continua está al alcance de todo el público; sin embargo, es importante destacar que uno de los objetivos primordiales de la REDEC, de acuerdo con su reglamento interno, es “facilitar la interacción, colaboración e intercambio con empresas, organizaciones, asociaciones e instituciones educativas nacionales e internacionales para la generación conjunta de actividades innovadoras de educación continua” (UNAM, s. f., p. 1).
FORTALEZAS DE LA EDUCACIÓN CONTINUA EN LA UNAM
La UNAM ha puesto especial empeño en cuidar la calidad y pertinencia de las actividades de educación continua, por lo que todas las actividades que tienen esta denominación pasan por un proceso de evaluación realizado por el Comité Interno de Educación Continua en el que hay especialistas que evalúan aspectos como la actualidad y la adecuada distribución de los contenidos; la pertinencia disciplinar; la planta docente de la actividad y su duración, y la forma de evaluarla y acreditarla.
Además, los Comités Internos de Educación Continua tienen la tarea institucional de promover propuestas académicas que aporten enfoques novedosos para abordar los fenómenos sociales actuales; es decir, siempre buscan aportar un conocimiento de frontera. Otra de las fortalezas que tiene la educación continua en la UNAM es la transferencia de conocimientos desde la investigación que en ella se lleva a cabo: un importante número de investigadores forma parte del cuerpo docente que participa en educación continua, y se suma a capacitadores y facilitadores para organizar e impartir los cursos. Por último, hay que destacar sus impresionantes alcances: sólo durante 2022 se atendió, aproximadamente, a un millón y medio de personas en diez mil actividades de educación continua.
LA UNAM EN EL EXTRANJERO
Actualmente la REDEC tiene presencia en el ámbito internacional por medio de las sedes de la UNAM en Estados Unidos (Boston, Los Ángeles, Tucson, Chicago y San Antonio), Canadá, Alemania, España, Francia, Reino Unido y China.
Y también gracias a la REDEC, la UNAM forma parte de tres importantes redes universitarias internacionales: la Red de Macrouniversidades Públicas de América Latina y el Caribe (ver p. 212 de este número de UNAM Internacional), la Unión de Universidades de América Lanita y el Caribe (UDUAL) y la Red de Educación Continua de Latinoamérica y Europa (RECLA), mediante las cuales se promueve la vinculación y el intercambio académico y de conocimientos, así como la capacitación para el desarrollo de buenas prácticas en la gestión de la educación continua.