Enfoque
29 de septiembre de 2023
Ciencias y artes en los museos de la UNAM. Investigación, patrimonio y divulgación
Por: María del Carmen Angélica Silva Moreno
Los museos evocan nuestra memoria, individual y colectiva, de sucesos pasados y de movimientos actuales; particularmente los museos universitarios —cuyas actividades incluyen la divulgación de las ciencias y de las artes que son parte de la vida académica— son espacios educativos y de aprendizaje.
La UNAM cuenta con treinta y dos museos para llevar a cabo sus funciones sustantivas: docencia, investigación y difusión de la cultura en los niveles de educación media superior y superior.
EL BARRIO UNIVERSITARIO
En el Centro Histórico de la Ciudad de México está el antiguo Barrio Universitario, donde se desarrollaba la vida académica y cotidiana de quienes asistían a la universidad desde la época colonial hasta un pasado no tan remoto. Empecemos por la
Academia de San Carlos que se estableció en un edificio que había sido hospital durante el periodo novohispano, y que resguarda réplicas de esculturas clásicas como
La Victoria de Samotracia y Laocoonte y sus hijos.
En el
Colegio de San Ildefonso encontramos murales de Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Jean Charlot y José Clemente Orozco, entre otros. Aquí se han presentado exposiciones temporales de gran relevancia, como
Tres siglos de grabado de la Galería Nacional de Arte de Washington (2017),
Vaticano: de San Pedro a Francisco. Dos mil años de arte e historia (2018) y la que actualmente se exhibe:
Sergio Hernández, que permanecerá abierta hasta enero de 2024.
En el
Museo de las Constituciones se aprecia un gran mural de Roberto Montenegro titulado El árbol de la vida. Cerca de ahí está el Palacio de la Autonomía, cuyos cimientos contienen restos del convento novohispano de Santa Teresa la Antigua visibles en el piso a través de una ventana arqueológica. Otro espacio museal en esta sede es la
Sala de la Odontología Mexicana Dr. Samuel Fastlicht, que preserva dentaduras de la época prehispánica decoradas e incrustadas con piedras.
El
Museo de la Medicina Mexicana, ubicado en el Palacio de la Escuela de Medicina, en la Plaza de Santo Domingo —Palacio de la Inquisición durante la Colonia—, fundado en 1980, cuenta con más de veinte salas, entre las que destacan las de anatomía, botica, ceras del siglo xix, cirugía reconstructiva, embriología, herbolaria, histología, medicina prehispánica, oftalmología y otorrinolaringología. Su colección posee piezas asombrosas, desde cadáveres y sus órganos conservados hasta modelos de cera que reproducen enfermedades cutáneas, indispensables para conocer la evolución de las ciencias médicas.
El 8 de marzo de 2011 abrió sus puertas el
Museo de la Mujer con una importante muestra del papel de las mujeres en la historia y el objetivo de que no siga siendo una historia relegada al olvido. Su notable acervo incluye obras de artistas como Leonora Carrington, Laura Elenes, Sebastián, Raúl Anguiano y más.
El
Museo UNAM Hoy, en la calle de Moneda, ocupa un local que fuera la primera cantina de la ciudad, hoy dedicado a temas educativos a cargo del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE). Tiene también una ventana arqueológica con restos prehispánicos y decimonónicos —se encuentra en las estribaciones del Templo Mayor—, así como una sala en la que se exhiben objetos arqueológicos encontrados ahí mismo.
El 11 de junio de 2018 se creó el
Museo de San Agustín, Lenguajes, Información y Conocimiento (MUSA), que se localiza en el edificio del Antiguo Templo de San Agustín. Fue la sede de la Biblioteca Nacional hasta 1979, cuando se retiraron las colecciones de libros (actualmente no brinda servicio al público pues se encuentra en proceso de restauración).
EN LOS LÍMITES DEL BARRIO UNIVERSITARIO
También en el Centro Histórico, en los bordes del Barrio Universitario, está el Palacio de Minería (adscrito a la Facultad de Ingeniería), que alberga el
Museo Manuel Tolsá, inaugurado en 1999. Ahí se exhiben réplicas a escala de obras de ese importante arquitecto y escultor, incluyendo la estatua de Carlos iv —
El Caballito— y piezas cuyos originales se encuentran fuera de la Ciudad de México, como el altar principal de la Catedral de Puebla.
Y en los bordes del Centro Histórico de la Ciudad de México está el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT), con dos importantes espacios museales: el
Memorial 1968 (M68 CCUT) que conmemora el movimiento estudiantil de 1968 y su trágica culminación el 2 de octubre de ese año en la Plaza de las Tres Culturas, y
Xaltilolli: Espacio de Artes, Memorias y Resistencias, dedicado a exposiciones de temáticas diversas.
LAS AFUERAS DEL CENTRO HISTÓRICO
El
Museo Experimental El Eco, en la colonia San Rafael, fue diseñado por Mathias Goeritz, quien lo concibió “como una escultura penetrable”, un museo sin colección en busca de expandir los lenguajes estéticos.
El
Museo de Geología, con una extensa colección de rocas, meteoritos y hasta el fósil de un mamut, es un espacio ideal para acercarse a las ciencias de la Tierra. Además custodia una colección de pinturas del gran paisajista José María Velasco.
El
Museo Universitario del Chopo, cuyo complejo ensamblaje metálico fue fabricado en Alemania, albergó en sus inicios el primer Museo de Historia Natural. Concebido como un templo de las ciencias, en el espíritu del positivismo que imperaba durante la época porfiriana, hoy es un espacio para las más vanguardistas manifestaciones de las artes, y mantiene, además, una fanzinteca (un acervo de ediciones artesanales independientes contraculturales o fanzines) única en el país y un importante cinematógrafo.
EN LOS LÍMITES DEL VALLE DE MÉXICO
El
Museo de Geofísica, establecido en el edificio de la antigua Estación Central de la Red Sismológica Mexicana, en Tacubaya, se inauguró en 2010 y atesora tecnología histórica relacionada con esa disciplina científica, así como memoria de los terremotos que aquejaron a la Ciudad de México en 1985 y 2017.
Y a la orilla del viejo lago de Chapultepec, está la
Casa del Lago Mtro. Juan José Arreola. Se inauguró el 15 de septiembre de 1959 con una exposición de clásicos como Durero, El Greco y José de Ribera. En la actualidad ofrece talleres, cursos, conferencias, cine y teatro, y es uno de los polos que llenan de vitalidad al corazón verde de la Ciudad de México.
CIUDAD UNIVERSITARIA
Hay diez museos en Ciudad Universitaria (CU). En el área de las artes está el
Museo Universitario de Ciencias y Arte Daniel F. Rubín de la Borbolla (MUCA), que lleva el nombre de su primer director y que ha difundido obra de gran importancia, como la del fotógrafo estadounidense Spencer Tunick.
También dedicado a las artes está el
Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), ubicado en el Centro Cultural Universitario, donde se ha exhibido obra muy relevante, como la del arquitecto mexicano Luis Barragán o la de Manuel Felguérez, artista perteneciente a la llamada Generación de la Ruptura.
El
Museo de Anatomopatología Veterinaria Animal Manuel H. Sarvide, instalado en 1991, forma parte de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia; tiene una colección de órganos conservados para el estudio profesional y para el asombro de quienes lo visitan pues está abierto a todo público.
La Facultad de Ciencias tiene dos espacios museales: el
Museo de Paleontología y el
Museo de Zoología Alfonso L. Herrera. El primero resguarda diversos tipos de fósiles, aunque solamente está abierto al público cuando hay alguna exposición temporal o algún taller; el resto del tiempo da servicio a docentes y estudiantes. En el segundo se pueden conocer colecciones científicas que incluyen gran cantidad de insectos, aves y reptiles.
La
Sala de Odontología Mexicana, situada en la Biblioteca Dr. Ignacio Aguilar Álvarez de la Facultad de Odontología, ofrece una muestra de instrumentos, equipos y mobiliario de los siglos XVIII, XIX y XX. La galería, integrada gracias a donaciones, es un acervo de valor histórico y se exhibe para honrar la memoria de los precursores de la odontología, así como para recordar a las nuevas generaciones el origen de esta profesión.
Universum, Museo de las Ciencias, tiene por objetivo la divulgación de conocimientos científicos para poblaciones de infantes y adolescentes, aunque no excluye a públicos universitarios y adultos. Su forma de incorporar a las y los visitantes dentro de las temáticas es interactiva y el aprendizaje de ciencias como la física, la química y la biología resulta divertido.
El
Jardín Botánico del Instituto de Biología forma parte de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA). Caminar por el sitio es relajante; se puede observar una gran diversidad de plantas e incluso es posible adoptar cactáceas y orquídeas. También es un buen lugar para observar fauna silvestre, como pequeños mamíferos y reptiles, insectos y aves, entre las que sobresalen siempre los colibrís.
En 2021 se inauguró el
Pabellón Nacional de la Biodiversidad, adscrito también al Instituto de Biología. El edificio, donación de la Fundación Carlos Slim, fue construido especialmente para su funcionamiento, se localiza en la Zona Cultural de Ciudad Universitaria y posee una colección de especies que representan y explican el funcionamiento de los diferentes ecosistemas del territorio mexicano. Alberga cuatro colecciones biológicas — peces, aves, mamíferos y anfibios y reptiles— constituidas por ciento treinta mil especímenes que documentan la biodiversidad mexicana y global.
El
Invernadero Faustino Miranda, ubicado en el Circuito Exterior de Ciudad Universitaria, cerca del Anexo de la Facultad de Ingeniería, se considera un museo por la variedad de plantas (orquídeas y helechos) que resguarda. Los ejemplares provienen principalmente de zonas tropicales de los estados de Chiapas, Oaxaca y Veracruz.
FUERA DE LA CIUDAD DE MÉXICO
Entre las áreas en las que se especializan los museos de la UNAM está, por ejemplo, la paleontología, representada en el
Museo Regional Mixteco-Tlayúa, en Tepexi de Rodríguez, Puebla. La palabra tlayúa proviene del náhuatl y significa “lugar de oscuridad o lugar del crepúsculo”. Este museo, inaugurado en 1989, ofrece una amplia muestra de fósiles, restos de mamuts, huesos fósiles de caballos, reptiles y aves, y peces petrificados. De acuerdo con el sitio del museo en internet, cuenta con un registro de aproximadamente cinco mil fósiles extraídos de la cantera Tlayúa.
La historia, por su parte, se exhibe en el
Museo Vida y Obra de Lázaro Cárdenas del Río, en Jiquilpan, Michoacán. En esta comunidad nació el general Cárdenas. presidente de México entre 1934 y 1940, a quien se recuerda particularmente por la nacionalización del petróleo. Este 2023 el museo cumplirá cuarenta y siete años. Fue inaugurado el 29 de noviembre de 1976, aunque es a partir del 1° de diciembre de 2005 que forma parte del patrimonio universitario en comodato. En este museo encontramos fotografías, medallas, pinturas y objetos personales del general Cárdenas, así como una silla de montar, una mecedora y su banda presidencial.
Los dos museos mencionados se vinculan con las comunidades universitarias mediante las actividades académicas que realizan y con las locales por medio de recorridos guiados, talleres, visitas y gracias la integración de sus habitantes en las tareas de protección del patrimonio cultural local que también es de la nación.
Además de los museos en Puebla y Michoacán, la UNAM tiene presencia en el Estado de México, donde se encuentra el
Museo de Fauna Silvestre, adscrito a la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán. Ahí se resguardan especímenes de animales disecados y esqueletos de mamíferos, aves, insectos, arácnidos y reptiles, entre otros.
Hay que mencionar, para finalizar este recuento, que el
Museo de la Luz —un proyecto de divulgación científica—, hasta hace poco tiempo ubicado en el Colegio Chico del Antiguo Colegio de San Ildefonso, tiene una nueva sede en la ciudad de Mérida, Yucatán, y próximamente abrirá sus puertas en el Parque La Plancha.
Los museos de la UNAM en una app
Para estar al día sobre las actividades de los museos de la UNAM, puedes descargar la aplicación Museos UNAM que se ha desarrollado para sistemas operativos móviles Android e IOS (consulta los repositorios oficiales de ambos sistemas).
Esta app, Museos UNAM, es gratuita e incluye información útil como ubicación, costo de las entradas, días de servicio y horarios. La aplicación actualiza cada semana la información de veintiocho museos y salas de exposiciones.
Junto con ella puedes instalar y consultar también la aplicación dedicada exclusivamente al Barrio Universitario.
El Barrio Universitario: un barrio literario
Pasamos bajo los vitrales de la Hemeroteca Nacional que incorporaban varios reflejos y entre ellos las astillas doradas de un cartel de la Sociedad de Ornitólogos. Y pasamos por San Ildefonso, y por Justo Sierra, y seguimos caminando por las calles del viejo barrio, decididos a descubrir un misterio filoso en cada mendigo o en la zapatería Relox y Perpetua, donde escogimos varios pares de zapatos para el futuro incluyendo un par de la última cosecha. Fue un paseo tan largo el de aquella tarde, Estefanía, tan lleno de calles y paisajes, que no hubo mosaico o columna cambiante, cúpula o patio inundado de flores amarillas que no recorriéramos.
Palinuro de México
Fernando del Paso
El Zócalo, a esa hora, se iba despoblando. Salían los últimos camiones cargados, pero llegaban los estudiantes que, rumbo a los cursos nocturnos de San Ildefonso y Santo Domingo, apresuraban el paso, clavaban las manos en los bolsillos y apretaban un cuaderno entre el brazo y el costado.
La región más transparente
Carlos Fuentes
El muchacho que camina por este poema,
entre San Ildefonso y el Zócalo,
es el hombre que lo escribe:
esta página
también es una caminata nocturna.
Aquí encarnan
los espectros amigos
las ideas se disipan.
“Nocturno de San Ildefonso”
Octavio Paz
Para un latino que, como yo, había vivido en un mundo de arquitecturas lógicas y sensuales, para un hombre que había pasado todos los días, durante años, frente a la catedral luminosa de nuestro México y el estremecimiento llameante de su Sagrario, para quien leyó a Cervantes en un corredor de San Ildefonso y recibió —en el salón del Generalito— una doble lección de gusto y de geometría, aquel puente románico entre el arco de medio punto, olvidado casi, y la ojiva próxima y victoriosa, era transición histórica imprescindible y, más tal vez, una base moral de apoyo desde la cual podía entenderse mucho mejor la nobleza lírica del conjunto
“En Nuestra Señora”
Jaime Torres Bodet ante la catedral parisina,
Memorias
El bachillerato lo cursé en la Escuela Nacional Preparatoria Número 1, en realidad, la única que entonces existía; la albergaba el antiguo Colegio de San Ildefonso, situado también en el centro histórico de la ciudad, un hermosísimo edificio construido por los jesuitas durante la Colonia y que ya albergaba los famosos frescos de varios muralistas mexicanos, pintados durante la década del 20 al 30: los más célebres eran los que había pintado José Clemente Orozco. Mis años en San Ildefonso fueron maravillosos. Quizás ahí me sentí feliz por primera vez.
“Nostalgia”
Margo Glantz
Las blancas páginas (que leía yo al comprar Plural en un puesto de periódicos) que se convirtieron en Vuelta después del golpe a Excélsior y, más tarde en Letras Libres —fundada en 1999— ahora permanecen como testimonio del poder de continuidad del pensamiento de Octavio Paz en lo más alto de la cultura mexicana y sus cenizas en San Ildefonso son ahora sí una piedra de sol, como pidió en su poema.
“Al sol de las piedras de San Ildefonso”
Elena Poniatowska
Lo extraño hubiese sido que las calles y edificios, las historias y los muros y los pasos de las personas por el Barrio Universitario no habitaran también la literatura, la poesía y la memoria. Los fragmentos aquí reproducidos—una novela de Carlos Fuentes, otra de Fernando del Paso, un poema de Octavio Paz y memorias de Jaime Torres Bodet, Margo Glantz y Elena Poniatowska— son apenas una muestra del papel fundamental que ha desempeñado este espacio en la literatura mexicana.
La doctora María del Carmen Angélica Silva Moreno es pedagoga por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde enseña historia del arte.