Entrevista
31 de octubre de 2022
Cómo divulgar proyectos autosustentables. Una plataforma digital para visibilizar lo invisible
Por: Raúl L. Parra y Emilia Székely
L a autosustentabilidad es la capacidad de las comunidades para identificar y llevar a cabo soluciones a problemas locales de forma autónoma, generando recursos propios. Esto les permite democratizar los procesos de desarrollo y reducir la dependencia de actores externos para garantizar que sus proyectos se consoliden y permanezcan.
Bajo esta premisa, Emilia Székely, investigadora adscrita a la Coordinación de Humanidades de la UNAM, ha realizado estudios de campo desde hace más de una década en diferentes regiones del mundo, principalmente en países asiáticos, con el objetivo de conocer prácticas y experiencias de desarrollo autosustentable en temas como salud, educación, medio ambiente y combate a la pobreza.
Los casos de estudio, que abarcan más de cuarenta proyectos en diez países, están publicados en el sitio
www.autonomy.viainteraxion.org, disponible en inglés y español, y que cuenta con el respaldo institucional de la Cátedra UNESCO en Hong Kong.
Un debate sobre el concepto de desarrollo
¿Quién decide cuál es la respuesta correcta para el desarrollo? —se pregunta la Dra. Székely— ¿quién tiene la capacidad, el deber y la responsabilidad de decidir cuál es el tipo de desarrollo que deberíamos seguir? Y en respuesta explica que existe un debate, tanto internacional como localmente, sobre cómo las estructuras de poder son las que definen el manejo de los recursos económicos, fijan ciertas posiciones políticas y tienden a dictarle a la gente lo que debe hacer, el tipo de desarrollo a seguir, la forma de hacerlo e inclusive la forma de medirlo. Los grupos que financian los proyectos normalmente tienen más poder para tomar decisiones, a pesar de que la evidencia demuestra que este esquema no permite que el desarrollo sea sostenible.
A partir de esta problemática surgió su inquietud por conocer de primera mano cómo es que las iniciativas de autodesarrollo de distintas comunidades y organizaciones civiles sortean esta situación de dependencia y desarrollan su autonomía para que sus proyectos atiendan sus propias visiones y necesidades locales.
De Hong Kong a la India
Mediante entrevistas cualitativas a los actores involucrados, observación de campo e investigación documental, el estudio de autosustentabilidad sondea de qué manera las estrategias se materializan con miras a su posterior divulgación entre agentes que comparten experiencias y retos similares en distintos países.
Desde 2012 la investigadora de la UNAM se ha dedicado a esta labor en colaboración con Mark Mason, profesor del Departamento de Educación Internacional de la Universidad de Educación de Hong Kong (EdUHK, por sus siglas en inglés). En esta misma casa de estudios, Székely obtuvo su doctorado en política educativa; cursó la maestría en la Universidad de Tsinghua, en el campo del desarrollo internacional, después de hacer la licenciatura en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Describe así el origen del proyecto:
Desde hace unos años estaba analizando estos temas con un enfoque en la educación, principalmente en los casos de China y México, cuando una organización de la India se acercó a la Cátedra UNESCO en la Universidad de Educación de Hong Kong para pedir consejo sobre cómo lograr que su proyecto fuera más autosustentable. La organización, Barefoot College, desarrolló un programa educativo en el desierto del Rajastán, dirigido a niños que no pueden ir a las escuelas tradicionales porque tienen que cuidar a sus camellos y apoyar a sus familias para subsistir. Como no funcionaba el esquema gubernamental para atender la demanda educativa, ellos implementaron su propio proyecto, con la apertura de escuelas nocturnas gestionadas por las mismas comunidades
Lo anterior, refiere la investigadora, se logró sin depender de la agenda de los financiadores. A partir de este contacto durante su estancia de doctorado en EdUHK, a Székely le ofrecieron realizar la consultoría para aquella organización civil. Propuso que, en lugar de entregar desde su oficina un reporte con recomendaciones, sería mejor visitar estas escuelas en Rajastán para conocer la situación local y, a partir de ello, explorar experiencias de personas y organizaciones en otros países, como China, México o Brasil, y compartirlas con ellos para que eligieran las soluciones que más se adaptaban a su contexto en el desierto.
Estudios de caso
Con el apoyo de la Cátedra UNESCO, Székely visitó las comunidades que trabajan con el Barefoot College. Ahí conoció el caso de mujeres analfabetas que aprendieron a construir y reparar los paneles solares utilizados para producir energía eléctrica en su región:
Con el apoyo de la Cátedra UNESCO, Székely visitó las comunidades que trabajan con el Barefoot College. Ahí conoció el caso de mujeres analfabetas que aprendieron a construir y reparar los paneles solares utilizados para producir energía eléctrica en su región. Un gran número de organizaciones van a las comunidades ubicadas en zonas remotas e instalan paneles solares, pero cuando se descomponen ya nadie va a arreglarlos porque es costoso llegar al lugar o la reparación no estaba calculada en el presupuesto original. Debido a esta situación, Barefoot College capacitó a los jóvenes para que aprendieran a repararlos. Pero ocurrió que los jóvenes comenzaron a migrar a la ciudad para conseguir trabajo como técnicos con lo aprendido en la reparación de los paneles. El conocimiento no se quedaba en la comunidad. Así que decidieron capacitar a las mujeres en la reparación de los paneles, sobre todo a las de mayor edad porque no tienen intención de migrar. Esto garantizaba que el conocimiento se quedara en las comunidades y que el proyecto siguiera funcionando, sin depender de expertos externos para proveerlas de energía eléctrica.
Además de reparar paneles, actualmente las mujeres fabrican lámparas solares que regalan a las escuelas nocturnas para que los niños estudien después de ayudar a sus familias. Este modelo es un ejemplo de cómo se puede construir mayor autosustentabilidad y, por sus resultados se ha llevado a más de cuarenta países con el fin de capacitar a mujeres de comunidades rurales con características similares
Nace la plataforma
Tras finalizar su investigación para Barefoot College, Székely tuvo la idea de compartir más experiencias de autosustentabilidad que ella había detectado en otros países y publicarlas en internet:
Empecé un pequeño blog donde decidí poner estas experiencias a disposición del público. Me convencí de dos cosas: que en medio de la cantidad de información masiva sobre todas las cosas espantosas que ocurren en el mundo y toda esa fuerza destructiva, suelen quedar subrepresentadas las otras fuerzas creativas.
Dado que por distintos motivos yo viajaba mucho, decidí que cada vez que tuviera la posibilidad de visitar otro lugar, aprovecharía para explorar y compartir las experiencias de otros proyectos. Así pasaron ocho años recopilando experiencias hasta antes de la pandemia.
En el sitio en internet
www.autonomy.viainteraxion.org se documentan casos como el del “Mercado alternativo y economía solidaria en Veracruz”, un proyecto que busca ser autogestivo, en el que las personas de la comunidad de Espinal intercambian bienes, servicios y saberes a modo de trueque, utilizando una especie de moneda a la que llaman Túmin.
De China se presentan casos como el de “En acción”, una organización de migrantes rurales que voluntariamente apoyan a otros trabajadores que también migran a Pekín, con el fin de mejorar sus condiciones de vida y salud, ya que no tienen acceso a los servicios sociales locales.
En Hong Kong se encuentra Greenprice, una empresa social que recupera alimentos que están a punto de ser desechados por los grandes supermercados debido a las estrategias de mercadotecnia. Dichos alimentos son retirados de los anaqueles porque ya pasó la fecha de su consumo óptimo, pero no su fecha de caducidad. La gente desconoce esta diferencia y por ello no los compra. Esta situación genera toneladas de comida desperdiciada diariamente. Greenprice se encarga de recuperar los alimentos y ponerlos a la venta en sus tiendas en línea a un precio accesible, al tiempo que educa a los consumidores sobre las diferencias en el etiquetado.
En Indonesia, Székely estudió entre otros proyectos, el caso del Banco de Basura (Gemah Ripah), una organización que compra los desechos de sus vecinos y les ayuda a ahorrar el dinero que ganan para que lo inviertan, preferiblemente, en la educación de sus hijos. Los desechos se reciclan con el fin de reducir el problema de la basura en las calles y propiciar el cuidado del medio ambiente.
La investigadora no considera que existan los conceptos de buenas o malas prácticas de autosustentabilidad. Una experiencia que funciona en un lugar no forzosamente es la mejor solución en otros contextos. El objetivo de la plataforma es compartir experiencias que sirvan de inspiración a otras personas para que aumenten la autosustentabilidad de sus propios proyectos.
Alcanzar a más personas
Hasta mediados de 2022 el sitio ha recibido más de cien mil visitas; un alcance orgánico, sin ninguna promoción o difusión externa, lo que ilustra el interés por el tema. No solo se reportan prácticas; también se presenta un catálogo con las estrategias que se emplearon en los proyectos para aumentar su nivel de autosustentabilidad. Székely refiere ENTREVISTA que el sitio aún tiene un lenguaje académico, por lo que está reescribiendo los contenidos con el fin de que la información sea accesible a más actores de desarrollo de todo tipo y de cualquier parte del mundo. Además de publicar en español e inglés, la investigadora busca traducir los contenidos a otros idiomas, empezando por el chino, lengua que ella también domina.
La Cátedra UNESCO se interesó en apoyar el proyecto con el fin de lanzar una nueva plataforma y financiar el estudio de más casos; “Esto me llevó a Indonesia para ver qué se está haciendo en el Sureste Asiático y conocer prácticas que buscan resolver problemas locales”, añade Székely.
La autosustentabilidad no solo depende de que logres un buen modelo de negocio; para que las intervencio - nes se sostengan entran en juego otros factores para que tú, como comunidad u organización, tengas una mayor capacidad de hacer más cosas con tus propias decisiones, de la forma que sea más relevante para tu comunidad.
Al público interesado en conocer sobre las prácti - cas de desarrollo autosustentable y las estrategias de autosustentabilidad empleadas en los estudios de caso, le invitamos a visitar el sitio:
www.autonomy.viainteraxion.org
Raúl L. Parra es licenciado y maestro en comunicación por la UNAM, especializado en comunicación política y medios digitales. Colaboró como experto extranjero en el Departamento de Español de la Radio Internacional de China. Actualmente es coordinador de Vinculación y Comunicación, y editor del boletín electrónico En el ombligo de la luna del Centro de Estudios Mexicanos de la UNAM en China.
Emilia Székely trabaja en el Centro de Ciencias de la Complejidad (C3) y forma parte del Grupo Académico de Trabajo del Programa Universitario de Estudios de Asia y África de la UNAM. Es politóloga egresada de la misma institución, con maestría en desarrollo inter - nacional por la Universidad de Tsinghua en China y doctorado en política educativa por la Universidad de Educación de Hong Kong. Sus líneas de investigación abarcan temas de sinología, relaciones China-México, interculturalidad, política educativa, desarrollo y auto - sustentabilidad.